16 agosto 2009

Capitulo 4



Sentía mis mejillas arder.


Y eso que estábamos a mediados de Noviembre.


Pero eso daba igual, seguía corriendo y luchaba por mi vida ¿estamos locos o qué? Baje volando las escaleras del metro, pronto nos descubrirían, me recorrió un escalofrío. Tropeze, tenia la manos con un rasguño, apenas se notaba. Todo lo que había pasado esa noche era mucho más que surrealista. Intente relajarme, todavía quedaban unos cuantos minutos para llegar a mi parada, encendí mi iPod.


"Hopeless time to roam the distance to your home. Fades away to nowhere. How much are you worth. You can't come down to earth. You’re swelling up, you're unstoppable"


Me relaje de inmediato y con más tranquilidad y sin los atronadores latidos de mi corazón que hacían que zeta se removiera en mi mochila, recordé como empezó todo y calcule que no había transcurrido ni un mes desde que había encontrado al pequeño z entre unos arbustos. Después de que me dijera esa, y al ver que lo habían abandonado me lo lleve a casa. No tuve miedo, y eso que era un ser de otro planeta. Lo primero que hice al llegar a casa fue mirarme al espejo, no, no había cambiado, no era especial, era una persona más en el mundo. Entonces el rió. O eso me lo pareció a mí.


-No sabes lo que dices Luzía, me dijo saliendo a tropicones de mi mochila. Entonces volvio hacia ella y la olfateo, -huele a fresas. Me reí, no pude evitarlo. Esa misma mañana al ponerme mi perfume favorito se me cayeron unas cuantas (por no decir muchas) gotas en mi mochila.


¿Te gusta?


-Me encanta, huele como tú alma.


Me quede muda, si señor, eso era un buen comienzo, sin saber porque, me ruborize. Tengo tantas preguntas para ti le dije.


-Te mereces todas las que te pueda dar, mi gente a venido a tú mundo a robar corazones, y el tuyo es con el más hermoso que han topado y todo por mí culpa- agacho la cabeza.


Vale, ahora si que tenia miedo.

Luzía.

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Capitulo 1.

Esa noche la vi, y en ese mismo instante me enamoré de ella. Quizas era por eso mismo, por lo que tendría que huir para avisarla, porque tenia el corazón más hermoso y cegador que había visto. Intente reunir valor para que desistieran del plan, pero era técnicamente imposible, mi gente estaba allí por ese motivo. Y era totalmente inútil ocultárselo, yo iva con una memoria fotográfica en mi mente, y ellos podían ver todo lo que yo veía. Me castigarian duramente por lo que pensaba hacer, pero estaba harto de esta manera de vivir, robándole corazones a la gente, ver como sus almas chillaban cada vez que se desconectaban del cuerpo. Eso si, no había nada más bonito que verlos. Aquí en la tierra era un órgano muscular, bastante feo por cierto, pero para nosotros era una de las cosas más bellas de este planeta. No eramos asesinos, la gente no moría cuando les arrebatabamos al susodicho, le dejábamos otro, menos bonito, pero con sus mismos sentimientos. La noche siguiente huiría. Iría a avisarla de que corre un grave peligro, ya que sabia lo que pasaría si le quitaban el corazón y era lo peor que a ella le podía pasar.





Zeta.















2 comentarios:

  1. me encanta. Zeta es un "bicho raro" (como yo) pero no deja de enamorarse. enamorarse son palabras mayores jaja.
    SIIIIGUE : )

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  2. Cómo me encanta esta historia. Dime algo, por qué ese nombre para la protagonista Ö ?

    -Luzía Urbano.

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