Capitulo 2

Deje de cantar, me dolia la garganta.




"Cuando llegue a casa tomaré un dulce limón con azúcar"
Mi pobre abuela me decia que si lo tomaba
las hadas de las cuerdas vocales cuidarian de mi voz.
De repente mire a mi alrededor.
Me encontraba en la entrada de un parque, estaba todo muy oscuro.
Pero era el camino más corto para llegar a casita.
Encendi mi iPod y como siempre me maraville por lo que escuchaba.


"And it's time we saw a miracle.


Come on, it's time for something biblical"


Fui andando, tarareandola para mi, ya que no habia nadie más en el
parque. Estaba apunto de meterme en la calle mayor, cuando vi una
luz entre los arboles, quizas la luz más expectacular que habia visto
nunca.
Me acerque, la curiosidad me picaba muy fuerte.
Voy a intentar explicarlo. Algunos me tomaran por loca o quizas
solo era por la canción que estaba escuchando.
Ni la más blanca luna, ni siquiera la luz de las estrellas eran
tan preciosas como la luz que desprendia aquel "ser"
Estaba dormido (?) tenia los ojos cerrados.
Me acerque con cuidado, no tenia miedo.
Y entonces en el instante en que me agache a su lado, el ser abrio los ojos.
"Luzía, Luzía, Luzía" repitio, tosiendo e intentado estabilizarse.
No lo pregunte, aunque teneis que saber que obvia es la pregunta
¿Cómo sabria mí nombre? tenia una fuerte corazonada de lo que podia
ser ese "ser"
-Que alma tan brillante - las palabras salieron de mi boca y me asuste al
no haberlas pensado antes.
"Luzía, Luziá, tienes que ayudarme"
-¿En qué te puedo ayudar? conteste con una leve sonrisa.
"Ellos te quieren, te quieren para poder quitartelo, pero yo no quiero Luzía
eres un ser extraodinario"
Me quede pensando durante una milesima de segundo la gracia que me
provoco que me llamara ser, porque eso es lo que yo pensaba de él.
-¿Qué quieren "zeta"?
"Quieren tú corazón"
Y el susodicho empezo a latir con fuerza y el "ser" al que llame zeta se
tapo los oidos con las dos manos.



LuZía.